jueves, 19 de julio de 2012
REALIDAD
No es justo que me mires desde la ilusión. Me analizás comparándome impunemente con lo que no existe. Te inventaste una utopía: allí está todo lo que una vez soñaste, todo lo deseable y todo en su dosis justa. También está lo que no te animás ni podés imaginar porque yo no te di ni siquiera una pista para hacerlo. Eso también está y lo considerás un misterio estimulante que le agrega encanto, que me hace aun más vulgar. No es justo. Me siento desnuda, indefensa, ridícula. No tengo argumentos, estoy desarmada, no puedo competir con ese rival. Tampoco quiero hacerlo ni tengo por qué hacerlo. Yo soy lo que quisiste que fuera, soy tu obra, vos me fuiste formando, soy tu espejo, no tengo por qué justificarme con vos. ¿Te alejás? No importa, tarde o temprano te alcanzaré. Ya sé que ves en mí la imagen de la muerte y por eso tratás de olvidarme con drogas y ensueños. Mirame como soy, tal vez no sea tan mala, es posible que no me conozcas, que yo también tenga misterio. Yo soy la realidad, y ese es mi mérito. Si la poesía no está en mí, no está en ningún lado. ¿Te das cuenta? Si la poesía no está en mí, es que la poesía no existe. Y te aseguro que existe: está dentro de mí, oculta, esperándote. No me dejes, te necesito.
(de “Filosofía de Boliche”)
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