Hoy tuvimos una reunión en la Escuela Nº 1. Nos citaron a ex-alumnos (todos de entre 70 y 80 años) y a los actuales alumnos de los primeros años. Los chicos nos hacían preguntas, muchas de ellas referidas a las diferencias que veíamos entre los alumnos y la escuela de aquellos tiempos y los de ahora. Por supuesto, muchas de las respuestas destacaban que antes "había més respeto" por los mayores, "más disciplina", "más esfuerzo", que había clase los sábados, etc. etc. Es decir, todos coincidíamos en hacer sentir a los chicos culpables de algo. Me dejó pensando la reunión. Felizmente, los chicos seguro que tomaron esto como de quienes venía, ellos ya saben como somos los viejos, así que no creo que les hayan dolido nuestras reconvenciones. Así fue como recordé aquello de Jorge Manrique (1440 - 1479) escrito algunos siglos atrás "COPLAS A LA MUERTE DE MI PADRE"
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
viernes, 8 de abril de 2011
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