¿Por qué Juan es así? Estoy seguro que si se lo preguntaras a él mismo, seguirías sin respuesta. Porque tampoco habría respuesta si la pregunta fuera: ¿Cómo es Juan? Lo que es, cómo es y por qué es así no se puede definir en pocas palabras. Ni en muchas. No se puede definir de ninguna manera. Ni yo, ni vos, ni él mismo lo podremos comprender en profundidad nunca, por la simple razón de que Juan es una persona, no un concepto. Tiene una historia que ni él mismo recuerda, pero que le dejó sus huellas, heredó sin saberlo prejuicios y miedos y se formó sin proponérselo una personalidad que no puede analizar porque nunca pudo separarse de sí mismo. No le pidas al hielo que sepa que es frío. No lo puede saber porque no conoce el calor. ¡Y me preguntás por qué es así! Es posible sentir, amar, tolerar, hacer bien o hacer daño; pero comprender… No sé. Es distinto si me preguntaras que opino de lo que hizo Juan. Si está bien o está mal tal o cual proceder. Aunque me equivoque como cualquiera, en ese terreno me siento más seguro. Pero pedirme que haga un juicio sobre Juan, eso no. ¿Por qué sabés qué pasa? Yo también soy una persona con historia, prejuicios, miedos y personalidad que tampoco comprendo. Cuando digo o hago algo, no sé si es porque pienso que es lo correcto o porque me hace sentir bien vaya a saber por qué causa, cuando menciono un defecto ajeno tengo la sospecha de que es para tratar de que noten una supuesta virtud mía, etc. etc. Tenemos todos una máscara, debajo un maquillaje, debajo la cirugía plástica, y debajo un caos amorfo, engalletado y sin puntas. ¡Cómo querés que lo juzgue a Juan!
Después de muertos Dios nos va a juzgar. Eso creemos. Crear el universo de la nada ya es bastante; pero si Dios puede juzgarnos con equidad, si es capaz de ser justo en toda la dimensión de la palabra… Habrá que creer que es todopoderoso, nomás.
(de “Filosofía de Boliche”)
viernes, 11 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario