Sin fascinación ni misterio. Repetida en sus rutinas, sin el desafío de lo imprevisto. Con su trama sin solución ni remate, sus personajes y conflictos conocidos…
En la que crecí y a quien hice crecer
Mi poesía cotidiana
Mi sueño vivido
Mi realidad
Mi mundo
Mi obra, mi refugio, mi pedestal, mi espejo, mi abrigo
Lo que me quedó al final de todo
Mi familia.
miércoles, 28 de mayo de 2008
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