martes, 16 de octubre de 2007

SEA POSITIVO, CHE

Siempre conviene tener un consuelo a mano. Como dice Moria, hay que ver las cosas en positivo, tener buena onda, loco… Intentaremos ver juntos como se puede encontrar un aspecto o una interpretación positiva a cualquier hecho. Veamos como con un poco de entrenamiento se puede transformar una infausta realidad en una realidad fausta.
SITUACION 1: Vos descubrís que así como hace algún tiempo te gustaba la maestra de tu hija, ahora comienzan a gustarte las alumnas de tu nieta.
Aspecto positivo: conservás el buen gusto.
Aspecto negativo: ya estás un poco grande, macho.
SITUACION 2: A raíz de ese descubrimiento, decidís tirarte un lance con una niña de las características señaladas.
Aspecto positivo: ¡Enhorabuena! Vos no le temés al ridículo.
Aspecto negativo: Sos un ridículo.
No es sólo el remanido ejemplo del vaso medio vacío o medio lleno, hay muchos otros remanidos ejemplos. Siguiendo con el tema de la edad. Suponé que viste la luz a principio de siglo (me refiero al siglo XX) te duelen y crepitan todas las coyunturas, se te fue al demonio el colesterol malo, los triglicéridos y todas esas porquerías. Cualquiera puede pensar que estás viejo. ¡Pero no! Hay otra forma de interpretar esas cosas. Por ejemplo: el estrés, ocasionado por el ritmo agitado de la vida moderna, ha hecho que tu bioenergía no circule fluidamente. Si además tu configuración astral no está pasando por una etapa positiva, ya está todo explicado: basta conectarse con su equilibrio interior y meditar sobre el universo sentado en el pasto del jardín con las piernas cruzadas como Buda durante una hora. Después de esto vas a comprobar que desapareció ese molesto dolorimiento de rodillas y caderas; más aun, notarás que no sentís las piernas en absoluto. Sólo falta conseguir que algunos familiares te depositen en un lugar más elevado, como una mesa o repisa, fuera del alcance de las hormigas. Y entonces sí. Allí podrás continuar contemplando el lento discurrir de la vida en completa armonía con el resto del Cosmos.

(de “Filosofía de Boliche”)

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