… tener memoria para recordar mil detalles que me permitan revivir y el poder de síntesis necesario para comprender.
… tener la tolerancia del anciano y las convicciones firmes del adolescente.
… no ser esclavo de esquema ideológico alguno y sin embargo ser capaz de vivir tras un ideal.
… tener prudencia y delicadeza en el trato con las personas y al mismo tiempo sinceridad para no ocultar mis opiniones.
… tener a mano la sonrisa y la caricia.
… dar vida más que consejos.
… razonar y no reaccionar.
… ser y no parecer.
compartir
convivir
comunicarme
y no
dividir
disgustar
distraer
… ser yo mismo en mi mejor versión.
(de “Filosofía de Boliche”)
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