miércoles, 29 de agosto de 2012
PASION
Me desgañito insultando al referí. Escupo, apedreo, y si pudiera, aniquilaría al zaguero contrario. Maldito bostero, gallina, tripero, pincharrata, leproso, canalla. Este es un juego de hombres...!!! Aguantáte el guadañazo si sos macho...!!! Mi desprecio por lo racional es absoluto, visceral. No pretendo pensar, prever ni juzgar. Me consumo en el goce y en el sufrimiento del sólo sentir. Sentir, ¿entendés? ¿Vos sabés que es un sentimiento, tenés alguna idea...? Aunque quisiera, no te lo podría explicar, es algo que se tiene o que no se tiene. Por unas horas o tal vez en un solo y maravilloso segundo conseguís ser alguien...Te das cuenta...? En ese instante tocás la eternidad, la devorás, formás parte de un todo absoluto, poderoso. Te fundís en uno con otros miles que sienten como vos y te lanzás en malón; pasás a integrar una masa amorfa y temible, efervescente y arbitraria. ¿Decís que eso es monstruoso...? ¿Que yo soy un monstruo...?
El monstruo, ahora solitario e inofensivo, pensaba. Se arropó con la bandera de los colores queridos, los únicos que le daban abrigo, lo acariciaban y consolaban. Estaba solo, protegido por la oscuridad y sentado en el cordón de su vereda. Ahora podía soltar las lágrimas de la impotencia y la derrota que hoy le tocaba vivir.
Y... sí; es posible... Yo soy un hombre, no un animal. Aunque a veces me sienta menos que nada, soy un hombre. Aunque nunca alcance el poder de una estampida, soy un hombre y puedo pensar. ¿Me decís que no es racional desgarrarse el alma de esta manera por unos colores, una camiseta...? ¿Que estoy sacrificando mi vida en el altar de un dios que no me promete nada, que no existe...? ¿Que el fútbol no es más que un espectáculo que hay que aprobar con discretos aplausos o desaprobar frunciendo la nariz...? ¿Que no se puede convertir en una cruzada, que es solo un entretenimiento más o menos agradable...?
Miró las estrellas, mucho, mucho más allá de las copas de los eucaliptus oscilantes, altas y serenas en el cielo oscuro de su arrabal sin luces. Cuanto más las miraba, más estrellas veía. Y las estrellas parecían decirle algo. Se sintió mejor.
Tenés razón. Soy un hombre, soy racional. Pero ¿Sabés...? No soy razonable. Yo puedo razonar, pero a mí no me podés comprender con sólo la razón. No me podés abarcar sólo con un correcto razonamiento. Porque además, yo tengo un corazón. Y mi corazón está puesto en estos colores. Decime: tu razonable y civilizado corazón, donde está...? ¿Te queda algo de pasión...? Si yo sufro es porque creo en algo, aunque me digas que no es racional sufrir por unos colores. Y vos, ¿en qué creés...? ¿Ser civilizado es ser descreído, es ser escéptico...? ¿Ser civilizado es estar de vuelta de todo...? Mirá hermano; quizá tengas razón. Pero el gran motor que hace mover el mundo, la primera y última razón de todo está en otro lado. Y si vos lo pensás un poco... un poco nomás, tal vez puedas aprender algo de mí.
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