miércoles, 22 de agosto de 2012

AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR

Cuando le preguntaron a Cristo su se debía pagar el tributo al César o no, contestó: “Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Hoy día, si le preguntan a un ciudadano (aunque sea cristiano) si se deben pagar todos los impuestos, probablemente conteste: “Si se puede evitar, hay que evitarlo, total, el Estado va a malgastar o robar esa plata o en todo caso se la pasará a desocupados inútiles que se la van a gastar en el paco o en la quiniela”. Ahora bien, yo me pregunto: ¿En qué gastaba el César la plata del tributo? La respuesta es fácil y el fariseo lo sabía bien. En edificar templos a dioses falsos, en armar un ejército para conquistar y oprimir a nuevos territorios y en sostener una corte ociosa y a sus efebos, en lujos de todo tipo y en fastuosos banquetes. Y Cristo, sólo por ver la efigie del César en el denario, viene a decir que hay que pagarle el tributo. Evidentemente, o Cristo era un ingenuo o era un “militante” del César.

No hay comentarios: