LANATA, EL PÍCARO

Quizá esté pagando deuda por una adolescencia demasiado juiciosa, pero lo cierto es que este empresario y ex periodista no deja de sorprendernos. Su última genialidad consistió en conseguir por métodos no siempre transparentes, que varios famosos hagan ante la cámara el gesto de “fáquiu” (y lo castellanizo porque se me da la gana. Cuando los periodistas dejen de mentir, yo voy a aprender inglés) Esta maniobra, que, así como la de fumar en cámara manifiesta una juvenil rebeldía, es la forma que ha encontrado de hacer una inteligente crítica al gobierno por todo lo que hace y por lo que no hace. Y está bien, porque estamos en la era de la imagen, no de los argumentos. Y además, la gente es tontita, le gustan esas boludeces, las comenta y así aumenta el réitin (las mismas razones que más arriba) Siguiendo en esa misma línea, tengo para el amigo Lanata algunas ideas que pueden llevarlo al Pulitzer. Por ejemplo: que todos sus amigos del grupo de periodistas muy independientes (por ejemplo Magnetto, Mitre, los Drs. Grondona y Nelson Castro, Leuco, y, por qué no también la Sra. Ruiz Guiñazú y Sarlo) dando la espalda a la cámara se bajen los pantalones y muestren las partes pudendas (por ejemplo el culo) como una forma de análisis de la compra de YPF o, usando una forma de expresión menos anglosajona y ahora de frente a las cámaras, inclinando ligeramente el cuerpo hacia atrás y tomándose con ambas manos los genitales los muevan de arriba a abajo para referirse al plan de las 100.000 viviendas. Este es un gesto que, por lo folklórico, será bien comprendido, muy festejado y comentado por todos los medios. Le aseguro que en el futuro nadie podrá dudar del poder comunicacional de las editoriales de Sr. Lanata.