martes, 22 de marzo de 2011
CÓDIGOS
Carlos Polimeni, en Radio del Plata, comentaba hace algunos días circunstancias que rodeaban a una transmisión de un partido de fútbol. Entre otras cosas, intentó hacer una crítica a un impresentable y aparentemente inevitable relator de la televisión pública. Digo “intentó” porque fue inmediatamente interrumpido por otro periodista que aclaró que no era correcto hacer “periodismo de periodistas”. Muy educado, Polimeni no replicó y se guardó el comentario. La cosa da para pensar. Al periodista deportivo se le permite criticar a jugadores, técnicos, directivos, referís, público, policía, al canchero, al preparador físico, a los chicos que alcanzan la pelota, a la Confederación Sudamericana, a la AFA, a la FIFA, y a la UEFA. Pero eso sí: que no vaya a criticar a otro periodista. Eso es hacer “Periodismo de periodistas” y se lo considera aparentemente antiético. Pero ¿Saben qué? A mí me huele a código mafioso. Entre bueyes no hay cornada, hoy por ti, mañana por mí, la cosa nostra. Es que pareciera que nuestra sociedad está repleta de estos códigos mafiosos. ¿Alguien conoce a algún abogado que enfrente un juicio por “mala praxis”? ¿A algún perito médico que deje mal parado a un colega en las mismas circunstancias? ¿Por qué motivo suelen ser tan ineficaces las divisiones de “Asuntos Internos” de la policía? (¿No suena “Asuntos internos” como “Cosa Nostra”?) ¿Por qué los jueces no pagan ganancias? Porque ellos mismos a través de una “acordada” de la Suprema Corte decidieron no hacerlo. Y ¿Quien le pone el cascabel al gato? ¿Qué gobierno se animaría a suprimir ese autoacordado privilegio? Porque tener en contra a toda la mafia judicial no es moco de pavo. En conclusión: a cumplir las leyes no escritas de las mafias. A menos que uno sea ahijado de algún Corleone bien pesado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario