martes, 2 de abril de 2013

FRANCISCO Y LA POBREZA

Ante repetidas manifestaciones del papa Francisco en favor de los pobres, hubo quien interpretó que al Iglesia elogiaba la pobreza, que la aprobaba. Es muy posible que el que así pensó no sea cristiano, por lo cual no tiene por qué saber cuál es el espíritu que animó al papa a expresarse de esa manera. Por ese motivo creo que es conveniente aclarar este punto. Es inevitable para la Iglesia proclamar el evangelio, “la buena noticia”. Las veces en que no lo hizo mereció cuestionamientos tanto de cristianos como de no cristianos. En este sentido, en las tres primeras “bienaventuranzas” (evangelio de Mateo cap.5, 3-5) del llamado “sermón de la montaña” Jesús proclamó que son felices los pobres, los mansos, los que lloran, porque de ellos es el Reino de los Cielos, porque poseerán la tierra, porque serán consolados. No se pueden entender estas paradojas si se excluye del mensaje de Cristo el anuncio del Amor de Dios por los hombres. Es que el Amor es la palabra clave, el “password” de todo el Evangelio, hasta tal punto que Juan afirma (primera carta de Juan 4,8) “Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor”. Cualquier madre aceptará que ama a todos sus hijos, pero de una forma muy especial al hijo que sufre, dirá con razón que es el que más necesita las manifestaciones del amor de su madre. Y lo hace no porque ame la enfermedad, el dolor o la pobreza. Ama a su hijo que las padece. Por otra parte, en el mismo sermón, Jesús dice: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, los perseguidos por causa de la justicia...” El cristiano no quiere la pobreza, ama a los pobres y trabaja para eliminar la pobreza. Por eso en las primeras comunidades cristianas no había pobres: “Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común. Vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno” (Hechos de los Apóstoles 2,44) Se dirá que esto es una utopía, quizá sea cierto. Pero las utopías son las que hacen que las sociedades avancen hacia una mayor justicia, igualdad y fraternidad.

No hay comentarios: