jueves, 2 de mayo de 2013

ALBIZU CAMPOS

Excarcelado hacía pocas semanas por su salud desahuciada, ciego, paralítico, con todo su cuerpo lacerado fue sádicamente asesinado mediante aplicaciones de radioactividad atómica. PEDRO ALBIZU CAMPOS EL ULTIMO LIBERTADOR DE AMÉRICA. Pedro Albizu Campos, nació en Ponce, el 29 de junio de 1893 ó el 12 de septiembre 1891 y falleció en San Juan, el 21 de abril de 1965. Fue la figura más relevante en la lucha por la independencia de Puerto Rico durante el siglo XX. Se le conoce como El Maestro, y el último libertador de América. En la Universidad de Vermont, estudió ciencias, especializándose en el campo de la química y de la ingeniería y en Harvard estudió leyes. En Boston, se solidarizó con las luchas de liberación de Irlanda y de la India. Hizo amigos entre los separatistas de ambas naciones, entre ellos: Subhas Chandra Bose, líder nacionalista de la India quien acompañaría a Gandhi en su gesta libertadora; y Eamon de Valera, político irlandés promotor de la independencia de su país. Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) sirvió en el ejército de Estados Unidos. En 1921 terminó su carrera y regresó a Puerto Rico a trabajar como abogado, pero sin aceptar rendir sus servicios a las corporaciones existentes en el país. Consideró que era su deber orientar a los puertorriqueños en cuanto a lo que entendía que era la conveniencia de terminar con su condición colonial. El valor más permanente en el hombre es el valor. El valor es la suprema virtud del hombre y se cultiva como se cultiva toda virtud y se puede perder como se pierde toda virtud. El valor en el individuo es un supremo bien. De nada vale al hombre estar lleno de sabiduría y de vitalidad física si le falta el valor. De nada vale un pueblo estar lleno de vitalidad, y de sabiduría si le falta el valor. Ingresó al Partido Nacionalista de Puerto Rico, que tenía como objetivo irrenunciable la plena independencia de la tutela estadounidense. Por encargo del mismo, viajó por varios países de América Latina con el propósito de recabar su solidaridad a favor de la independencia de Puerto Rico. El 11 de mayo de 1930 fue electo presidente del Partido. En 1932 concurrió a las elecciones legislativas, en las que obtuvo poco apoyo con más 5.000 sufragios. Posteriormente, acordó no concurrir más a elecciones coloniales y a no acatar el servicio militar obligatorio. Tras pasar a la lucha revolucionaria, Albizu fue condenado en 1936 por conspirar para derrocar el gobierno de Estados Unidos en la isla y por varios actos violentos en contra del gobierno establecido. Ese mismo año, se produce el 'arresto y el traslado a una prisión de Atlanta de los principales líderes del Partido Nacionalista de Puerto Rico; entre los arrestados, se encuentran los poetas Juan Antonio Corretjer y Clemente Soto Vélez. En 1947 Albizu regresó a Puerto Rico. Comenzaban los preparativos para una lucha armada con el objetivo de demostrar que había oposición a los planes para la solución definitiva del status con la instauración del Estado Libre Asociado. El 30 de octubre de 1950 se produjo el Grito de Jayuya, que incluyó un atentado al Presidente Harry S. Truman del cual fue considerado responsable. Albizu y otros líderes fueron encarcelados de nuevo, esta vez en Puerto Rico. En 1953, el gobernador de la isla, Luis Muñoz Marín indultó a Albizu. En 1954 ocurrió un atentado a la Cámara de los Representantes de Estados Unidos y se revocó el indulto. En la cárcel, la salud de Albizu Campos se deterioró. Se comenzó a especular sobre su salud mental y en 1956, sufrió un derrame cerebral en la cárcel y fue trasladado al Hospital Presbiteriano de San Juan bajo vigilancia policial. Albizu Campos afirma que fue objeto de experimentos de radiación en la cárcel. Funcionarios sugirieron que Albizu estaba loco, aunque muchos médicos lo examinaron y encontraron síntomas de radiación. El Presidente de la Asociación de Cáncer de Cuba, el doctor Orlando Damuy, viajó a PR para examinar a Albizu. Las quemaduras en su cuerpo dijo el Dr Damuy, eran a causa de la intensa radiación. Albizu Campos no recibió ninguna atención médica durante 5 días. En la cárcel o frente a la muerte renovamos nuestros votos de consagración a la causa de la independencia patria. Pedro Albizu Campos. El 15 de noviembre de 1964, Albizu fue indultado otra vez por Muñoz Marín, lo cual levantó serias críticas en los sectores anexionistas y estadolibristas. Falleció el 21 de abril de 1965. Su entierro fue uno de los más concurridos que se han celebrado en Puerto Rico. En 1994, bajo la administración del Presidente Bill Clinton, el Departamento de Energía reveló que llevo a cabo experimentos con radiación humana. Estos experimentos se llevaron a cabo sin el consentimiento de los prisioneros durante los años 1950 y 1970. Se alega que Pedro Albizu Campos fue uno de las víctimas de este experimento. Lo despidió una multitud de más de 60.000 almas que entonó hasta el cansancio La borinqueña, el himno no oficial de los puertorriqueños libres. -Nuestra situación dolorosa bajo el imperio de Estados Unidos es la situación que pretende Norteamérica imponer a todos los pueblos del continente. Nuestra causa es la causa continental. Los pensadores iberoamericanos ven claro el problema conjunto de la América Ibérica frente al imperialismo yanqui. [...] Puerto Rico y las otras Antillas constituyen el campo de batalla entre el imperialismo yanqui y el iberoamericanismo. La solidaridad iberoamericana exige que cese toda injerencia yanqui en este archipiélago, para restaurar el equilibrio continental y asegurar la independencia de todas las naciones colombinas. Dentro de esa suprema necesidad es imprescindible nuestra independencia. En una época de defecciones, de inconductas, de estrechez de miras y de falta de compromiso, cuando en nuestra propia patria, en el fondo de la crisis, hubo quienes sugirieron una tutela norteamericana sobre la Argentina incapaz de gobernarse por sí misma al estilo del estatuto colonial de Estado libre asociado, la vida y el ejemplo de Don Pedro Albizu Campos refleja la fuerza espiritual capaz de hacer palpitar el corazón de un pueblo, más allá de condiciones de lucha desfavorables (-No es que ellos sean tan grandes; es que nosotros estamos de rodillas, decía). Orador vehemente, provocó en sus auditorios una insospechada energía, y su palabra criolla hizo movilizar al pueblo en la lucha redentora. -Yo vengo del huracán..., dijo alguna vez. Su ímpetu demoledor arrancó del quietismo a las multitudes y reveló la tragedia de un pueblo sojuzgado. Por eso siempre será recordado en todo el continente como el Maestro y su ejemplo será guía de los pueblos cuando pronto sople nuevamente el huracán en toda América Latina.

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