COMPRENSIÓN PARA DEL CEL

Mucho se ha denostado al cómico Miguel Del Cel por recientes declaraciones. Entre otras cosas, se lo ha acusado de misoginia (“Aversión u odio a las mujeres” según el diccionario). El tema del sexo, a pesar de muchas mentalidades simplistas es —como la condición humana en general— muy complejo. Existen, según los genetistas, el sexo génico, además del sexo cromosómico, el gonadal y el genital. Pero también coexisten el sexo psicológico, el sexo social, el sexo legal. Además, varios de estos componentes admiten algún grado de ambigüedad. En una palabra, son muchos los ingredientes que conforman lo que terminamos considerando un varón o una mujer. En muchas personas, estos coinciden en un mismo sentido, pero en otras no. Un requisito para poder relacionarse sanamente con uno mismo y con los demás es el propio conocimiento, la propia aceptación. Aceptarnos como somos, lo cual no descarta que intentemos cambiar lo que nos hace mal a nosotros o al vecino. El no aceptar la propia condición, el intentar aparentar lo que no somos, nos lleva a la infelicidad, a la sobreactuación, a la permanente hostilidad y dolorosa lucha interior. Por eso creo que se debe tener algún grado de tolerancia hacia un cómico que ha basado frecuentemente su eficacia desempeñando papeles de mujer, travestido sobre un escenario como quizá hubiera querido hacerlo en la vida diaria. Es comprensible que la no aceptación de su propia condición sexual, se exprese con actitudes misóginas y agresivas hacia el sexo femenino. En otras palabras, los dichos del amigo Del Cel hay que tomarlos como de quien vienen.